Blablabla

viernes, 25 de febrero de 2011

Manifiesto

Manifiesto de alma de lata azul II (el regreso)
"Rescribiendo la realidad"


Declaración de intenciones de alma de lata azul II
(El club de los poetas zombies)


¿Quiénes somos?
                Somos una idea surgida hace mucho y que explotó hace poco… El resultado de haber mirado a la calle a través de un cristal, ya lejano en tiempo, de una ventana de un segundo piso, mientras el trasiego de gente escapando de las gotas del líquido elemento por las calles de Burgos y Barcelona llevaban a uno hasta las calles de quién sabe dónde… Tras esto, salió un arco iris… En el silencio se alzaron nuestros versos… nuestras palabras...

¿Qué pretendemos?
(Yo, al menos, lo mismo que cuando surgió esta idea)
I Luchar armados con palabras bellas contra la monotonía del día a día. Para que ningún día sea gris y ninguna tarde aburrida y sosa. 
II Alzar nuestros versos con voz clara y certera para que los encuentren todos aquellos que busquen escapar de la realidad. De los hechos implacables que siembran las noticias, la TV y la radio. Menos mal que volverán a dar Barrio sésamo…
III Mostrar nuestro mundo, la realidad que para nosotros existe y que cada día pasa ante nuestros ojos que ven todo con un brillo distinto. Con la inquietud de un niño que curioso gira su cabecita de un lado a otro para no perderse ningún detalle de todo, aunque no comprenda nada. Porque, como él, no comprendemos nada y todo es nuevo y todo es distinto.
IV Salvar del naufragio unos cuantos sueños que se hundieron con el capitán y el barco pero que salieron a flote salpicando todo de esperanzas. Para hacer autostop ante las estrellas fugaces y robarlas un par de sueños (quizás ya algunos más) que no se nos cumplen.
V Ser el consuelo de los pobres bufones que nunca acaban con la princesita, que siempre acaban recitando versos a la luna, que sale todas las noches… y para las cenicientas que barren en busca de una moneda brillante para comprar suavizante y rezan porque su príncipe no destiña. El testimonio de los poetas, que se van con la única dama que no lograron conquistar sus versos, si no sus ojos, y las palabras que nunca rozaron sus labios.
VI Simplemente escribir por escribir, palabras con o sin sentido que salgan de las entretelas de nuestras almas. Aunque no pretendan nada más que oler bien al resbalarse de unos labios que las pronuncien como dando un beso eterno y de jazmín en una tarde lluviosa de mayo. O como un ambientador de pino que intenta hacer más respirable el hedor que rodea a la realidad. Contra la realidad siempre nos quedarán los sueños...
VII No pretendemos cambiar el mundo, pero si al leer nuestras palabras alguien sonríe o se emociona. Si un escalofrío recorre su cuerpo o un relámpago agita su alma y siente algo que nunca había sentido, quizás merezca la pena. Quizás podamos cambiar cada verso por un beso, en la boca o en el cuello. Y tenemos un verso por cada estrella…



Espero que mis “cómplices” estén de acuerdo con este manifiesto y que la anterior cómplice esté bien.